Sobre la polimatía y el placer de aprender


Si preguntas a alguien qué es lo que más aprecia en su vida muchas veces responderán "mis amigos", "el dinero", "la felicidad", etc. Una de las respuestas que puedo dar yo y muchas otras personas –pues no somos tan únicos como puedes pensar– es "el conocimiento". 

El ser humano se ha caracterizado por ser inteligente, es lo que le ha llevado a tener control sobre otros seres vivos, a formar sociedades, llegar a la escritura. ¿Te haces a la idea de que no es algo sencillo? Llegar a crear marcas que creen conjuntos que den significado, trazos que forman letras, letras que formen palabras, palabras que formen frases en un orden específico. El lenguaje, dar significado a los ruidos que haces, y poder darles significados juntando sonidos que expresan tus emociones e ideas. ¿Comprendes qué tan complicado es esto? Imagina aprender un nuevo idioma, si hablas español o algún idioma derivado del latín que no sea similar, por ejemplo el coreano. Si no has estudiado nada es imposible que puedas comprenderlo, y aunque podrías llegar a entenderlo simplemente por el contexto –así como lo hacen los niños para aprender a hablar su idioma materno– es increíblemente complicado. 

Muchos idiomas nos son tan lejanos que no podemos llegar a emitir los sonidos que se usan, algo como la "r" fuerte para los ingleses y chinos, de los que nos mofamos por esto. 

No vengo a hablar de idiomas, ya que es algo que ni siquiera controlo –lo paso bastante mal intentando aprender idiomas–, vengo a hablar del conocimiento. 

¿Conoces esa frase de “todos los días aprendes algo nuevo”? Pues es verdad, aunque no te des cuenta y muchas veces olvides dicho conocimiento. A veces solo lo dejas enterrado muy, muy en el fondo de tu mente. Un día te golpeas la cabeza, caes en coma y te despiertas hablando un idioma completamente distinto. Casos así hay montones, y casos de personas que tras un traumatismo craneal han desenterrado ese conocimiento que habían dejado hace años en lo más profundo. Yo lo imagino como un cementerio —intenta imaginarlo en un buen día, con sol, no te hagas una idea de un lugar tenebroso, ¿sabías que en la época victoriana se hacían picnics en los cementerios? ¿Y que se les solía dejar pastar a las vacas el césped de dichos lugares, con la creencia de que hacía a la leche más dulce?—No hay tumbas, pero si están los ataúdes bajo tierra. Pues te pones a cavar aleatoriamente y sacas ese conocimiento que a saberse cuando adquiriste, pero ¿dónde has tirado la tierra? Tras de ti ahora hay un gran montículo de tierra vieja y removida que ha cubierto lo que sabías antes, y las tornas se han cambiado: lo que antes era obvio —tu idioma materno— ha quedado sepultado, y ahora lo que te queda es el árabe que escuchaste hablar a ese compañero de clase o a ese dependiente. 

¡Qué cosa más curiosa es el cerebro! Qué tan extraño funcionamiento tiene, qué maneras de confundirnos, confundirse a sí mismo. 


Quizás te has dado cuenta de esa palabra del título: polimatía. Puede que ya la conozcas y puede que no, la mayoría de personas que me han escuchado nombrarla no la conocían, y ésto es lo que les explico: La polimatía es la palabra que hace referencia a un conocimiento muy amplio, poli- de mucho y -matía de aprender, mucho aprender. Pero si resulta tenerlo cerca, muchas veces saco mi cuaderno de piel y les recito el inicio del artículo de wikipedia que copié en casi la primera página:

“La polimatía (del griego πολυμαθία, el aprender mucho −de μανθάνω, aprender y πολύ mucho−) es la sabiduría que abarca conocimientos sobre campos diversos de la ciencia, arte o las humanidades. Un polímata (en griego: πολυμαθής) es un individuo que posee conocimientos que abarcan diversas disciplinas.”

Les recito este fragmento del inicio de la entrada en español, a veces se quedan igual  que antes, y si es tu caso te nombraré el siguiente nombre: Leonardo da Vinci. Sí, ese conocido pintor que creó La Mona Lisa —aunque me gusta más llamarlo La Gioconda—, él también pintó La Última Cena, quizás no se te viene a la cabeza de qué cuadro te hablo pero estoy segurísimo de que ya lo conoces. Ese cuadro en el que Jesús se encuentra en el centro de una mesa y el cuadro, con los discípulos a sus lados. Es uno de los cuadros más conocidos de la historia, patrimonio de la humanidad. Quizás solo le conoces por ello —lo cual sería una pena, pero si estás aquí seguramente es porque quieres aprender algo así que sobre La Gioconda te diré: Algunos piensan que la dama en el cuadro está embarazada, esto lo deducen por su muy ligera sonrisa, sus manos en el vientre; de La Última cena Leonardo se pintó a sí mismo dentro del cuadro e incluyó a Platón, además de el cuadro es más grande de lo que parece, más de 8 metros de ancho—, pero él es el hombre del renacimiento por excelencia. Nombraré algunas de sus profesiones y contribuciones para que te hagas una idea de lo que éste título representa: Pintor, como ya nombré anteriormente él pintó La Mona Lisa; anatomista, con su conocido Hombre de Vitruvio y cortes anatómicos; ingeniero e inventor, adelantándose a su tiempo con los primeros planos y maquetas de helicópteros y aviones; y por no alargar mucho más terminare con paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, músico, poeta y urbanista. La mayoría de personas de las que has podido hacer una biografía han tenido 3 profesiones o más, por lo general muy relacionadas, como dramaturgo, compositor, pianista y poeta. Y no les quiero quitar reconocimiento ni mucho menos, pero al referirme a Leonardo da Vinci te he nombrado 15 profesiones de campos que poco tienen que ver entre ellos, es complicado relacionar la poesía con la anatomía metiendo a paleontología de por medio. Son unas cuantas, ¿no te parece?
Posible autoretrato de Leonardo da Vinci
Posible autoretrato de Leonardo da Vinci
"La Última Cena"


Creo que te ha quedado más o menos claro lo que significa la polimatía, ¿no? Pues ahora remontemos al inicio del artículo. Dije que mi respuesta a la pregunta “¿qué es lo que más aprecias?” era “el conocimiento”, ¿eso significa que obligatoriamente quiero ser un polímata? No es algo implícito, puedes responder lo mismo que yo y referirte a un único campo del conocimiento. Pero sí, quiero ser un “hombre del renacimiento” o “polímata”. Pero, seamos claros, yo no soy ningún Leonardo da Vinci, no jugamos en las mismas condiciones. Por muy inteligente que sea, por muy alto que fuera el número que cuantifica mi inteligencia, por muchas capacidades que tuviera, nunca jugaríamos en las mismas condiciones. ¿Y sabéis por qué? Porque yo no soy del renacimiento. Años atrás, siglos, no teníamos estos avances, no teníamos tanto conocimiento a nuestro alcance, antes el conocimiento era escaso, todavía quedaba mucho por descubrir —ahora también— y se ha profundizado tanto en tantas materias y conocerlas todas con la profundidad que las conocía en su momento nuestro hombre del renacimiento es imposible. 

Entonces, ¿ahora no se puede ser un polímata como antaño? ¿Qué debe tener uno para ser un polímata? Estas son preguntas que me hice a mi mismo al inicio de mi “viaje” para intentar ser un polímata. Busqué qué debía tener un polímata, como queriendo crear una lista de características, que al tachar todas pudiera llamarme polímata y cumplir mi sueño de pertenecer a esta lista —si pretendes terminar una lista o, dicho de otra manera, llegar a un momento en el que termines tus estudios, creo que aun no comprendes lo que quiere decir la polimatía—. Me encontré con Castiglione, el cual dijo qué actitud debía tener un gran pensador. A esto se le llamó sprezzatura que consta de lo siguiente:

-Actitud individual.
-Despreocupado.
-Fresco.
-Hablar bien.
-Cantar.
-Recitar poesía.
-Porte adecuado.
-Atlético.
-Conocer las humanidades y las obras clásicas.
-Pintar y dibujar.
-Poseer muchas otras habilidades.
-Sin comportamiento llamativo o jactancioso.
-Realizarlas casi sin pensar.

Pero cuando me planteé esto me di cuenta de muchos problemas. Yo no canto bien, puede que no sea horroroso pero sé bien que yo no valgo para cantar; mis habilidades psicomotrices nunca han sido buenas, soy el tipo de persona que no lo pasaba bien en clase de educación física y por último me quedó algo ambiguo el “poseer muchas otras habilidades”. Entonces, con estos 13 puntos hice tres grupos:

-Actitud: Individual, despreocupado, fresco y sin comportamiento llamativo o jactancioso.

-Habilidades: Hablar bien, cantar, recitar poesía, conocer las humanidades y obras clásicas, pintar y dibujar y “otras habilidades”.

-Imágen: Porte adecuado y atlético.

Hay muchos puntos demasiado ambiguos dentro de esta lista de características que debe tener un gran pensador. Y tenemos que tener muy presente lo que dije: Se ha profundizado en todas las materias y no es posible conocerlas en profundidad. Por lo que ahora en más bien necesario algo llamado polivalencia.

Otra palabra más que añadir a la lista, ¿no? Polivalencia. No hablo de los electrones de los átomos, es algo más simple. Aquí también ves que empieza por poli-, que como leiste significa “mucho”, y -valencia —no, no es la ciudad de España—, que no es difícil deducir que viene de “valer”, valer para muchas cosas, entonces. Como copié de la RAE: 1. Que tiene varios valores. 2. Que tiene o puede desempeñar varias funciones. Con esto de la polivalencia lo que quiero decir es que no debes intentar abarcar todo, porque cuando quieras remontarte a los estudios que hiciste hace un año ni repasando te vas a acordar —a no ser que tengas algún tipo de memoria super-desarrollada—. Lo que se debe hacer es relacionar todos tus conocimientos, hacerlos útiles, ponerlos en práctica, avanzar mediante experiencias. No sirve de nada aprender toda la teoría de la cocina, saber que 350º es la mejor temperatura para hornear galletas porque es aproximadamente cuando las moléculas de azúcar y proteínas empiezan a reaccionar para hacer que cambie el sabor y cambia su textura a una que no es blanda pero tampoco seca no te va a servir de nada si no haces galletas —es algo hipócrita que sea yo quien lo diga, ya que no soy gran fan de las galletas—, te vas a olvidar de ello si no lo pones en práctica, así que ponte a hacer esas galletas si quieres que te sirva de algo. 

Entonces lo mejor sería centrarse en una rama del conocimiento. Nosotros tenemos esta división: ciencias puras (matemáticas, biología, química, etc), humanidades (psicología, sociología, etc), letras (literatura universal, filología, etc) y bellas artes (pintura, escultura, etc). Entonces lo mejor sería profundizar en una de estas ramas y no centrarte en todas a la vez, porque ¿prefieres saber poco de todo, con conversaciones superficiales y sin poder decir que sabes de tal materia, o por el contrario quieres poder tener una conversación satisfactoria de un puñado de temas? Aproximadamente tenemos 70 años de esperanza de vida, ¿no tienes días que se te pasan lentos como una tortura? Tienes tiempo, ve despacio y con buena letra. Respecto a lo anterior, el en cuantas materias centrarse uno y cuánto profundizar. Si tomas materias que no se parecen en nada entre ellas siempre empiezas desde 0 con nuevos términos, y vas olvidando lo que no usas, algo que queremos evitar. 70 años es mucho tiempo si los empleas bien, pero si estudias lo mismo 15 veces porque la has dejado de lado 16 nunca será suficiente. Aprenderás biología más rápido habiendo estudiado química que habiendo estudiado filología inglesa. Pero no creas que solo se puede aprender en las carreras universitarias, ese no es ni de lejos todo tu conocimiento. No hay carreras universitarias de cocina que yo sepa, y es algo que yo creo que deberías saber hacer bien. Complementa con cursos, por ejemplo de cocina, carpintería, primeros auxilios, y muchos más. No te hacen experto, pero al ser materias más prácticas que de hincar el codo son más fáciles de poder volver a emplear. 

Con esto lo que quiero decir no es que ignores que el resto de materias existen, y es fundamental que tengas una base en todo —lo suficiente como para no decir que Platón era el hijo de Aristoteles—. Lee algo de teoría del color, mira unos videos de arquitectura, lee “Roma” para hacerse a la idea de su historia. Que profundices en unas materias no te da derecho a ser ignorante del resto, y es quizás lo peor que podrías hacer. 


“No tienes derecho a una opinión. Tienes derecho a una opinión informada. Nadie tiene derecho a ser ignorante.” 

-Harlan Ellison

No estaría mal, por ejemplo, que si vas a discutir de política sepas al menos en qué se diferencian el capitalismo y el comunismo. No te pido que leas el Manifiesto Comunista de Karl Marx —aunque la verdad es que es uno de esos libros que no estaría mal que leyeras, pero de eso hablaré más adelante—, solo que no seas ignorante. 

Pero no solo está ese “otras habilidades” de Castiglione, hay otro punto que me llamó mucho la atención: Conocer las obras clásicas. Y es verdad, todos al imaginar a alguien inteligente pensamos que debe leer mucho, es algo que hemos visto siempre. Todas esas personas que han hecho descubrimientos, los que han fundado las empresas más conocidas, que son unas eminencias en lo suyo; todos ellos declaran leer mucho. Por ello una de las primeras cosas que busqué fueron “Clásicos de la literatura”, y copié 100 títulos —a mano, que no es tan sencillo como el Ctrl+C— en mi cuaderno. Pero no los miré solo en una página escrita por señores de 70 años que piensan que “El Quijote” es la mejor historia que se va a escribir, consulté a otras personas que no son pagadas por una revista o periódico subvencionado, leí las recomendaciones de personas de unos años más de los que tengo yo y que ya llevaban en este camino dedicado al conocimiento más tiempo. Comparé los títulos, las formas de afrontarlos. He llegado a la conclusión de que hay unas obras que no estaría mal que leyeras:

-"La Odisea" y "La Iliada" de Homero.

-"La Divina Comedia" de Dante Alighieri.

-"Hamlet", "Romeo y Julieta", "Otelo" y "Macbeth" de William Shakespeare.

-"Madame Bovary" de Gustave Flaubert.

-"Cumbres Borrascosas" de Emily Bronttë.

-"La Regenta" de Leopoldo Alas “Clarín”.

-"Anna Karenina" de León Tolstoi

-"Lazarillo de Tormes"

-"La Metamorfosis" de Franz Kafka

-"Decamerón" de Boccaccio

-"La Celestina" de Fernando de Rojas

-"Los hermanos Karamazov" y "Crimen y Castigo" de Fyodor Dostoyevsky

-"Emma" y "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen.

-"Frankenstein" de Mary Shelley

-"El Gran Gatsby" de F. Scott Fitzgerald

-"El Retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde

-"Drácula" de Bram Stoker

-"Les Miserables" de Victor Hugo

Y puedes añadir todos los que quieras. Estos son los libros que te miran raro si no sabes al menos el título, y he dejado fuera varios que deberías conocer que son más bien ensayos y teoría, como el nombrado anteriormente “Manifiesto Comunista” de Karl Marx, o “El Mito de Sísifo” de Albert Camus. Pero no debes permitirte caer en delirios de grandeza por leer, o mirar a los demás como si fueran inferiores si no los conocen. Yo mismo no he leído todos esos libros, y tienes que leer libros fuera de esa lista, ya que solo es una recomendación que ni siquiera es mía. Yo, por recomendarte, te recomendaría "1984" de George Orwell, "El Extraño Caso de Dr Jekyll y Mr Hyde", "Los Crímenes de la Calle Morgue", "Jane Eyre", "The Secret History", etc…


Ahora, y para no alargarme demasiado en temas en los que podría profundizar más adelante, nombraré algunos temas en los que según mi opinión se deberían estudiar o ver un mínimo:

-Religión. Me parece lo más importante, es lo que ha movido millones de personas, ha dirigido el curso de la historia, el pensamiento humano, ha sido la razón de vivir, de actuar, de innumerables personas. Prácticamente todo tiene un trasfondo religioso, en la filosofía te encontrarás al “Dios ha muerto, y nosotros le hemos asesinado” de Nietzsche, en la literatura puedes ver que casi todas las decisiones de Jane Eyre terminan siendo tomadas pensando en Dios, en la historia me parece obvio el número altísimo de guerras que han causado las distintas religiones, y las ciencias… las ciencias casi eran un pecado dependiendo de la religión.

-Historia. ¿Que inició la primera guerra mundial? ¿Qué fue el motín del té? ¿Quién descubrió América? —no es tan simple como decir Cristobal Colón—.

-Política. Es la razón de demasiadas discusiones, y es mejor estar preparado para cuando te topes con personas que sí lo están.

-Matemáticas. Con esto incluyo poder leer un gráfico.

-Música. No es necesario aprender a tocar el piano —aunque no estaría mal, da una imagen muy buena—, pero poder decir que el Requiem: Lacrimosa, lo compuso Wolfgang Amadeus Mozart en sus últimos momentos de vida, pero que no lo pudo terminar, no viene mal. Tampoco viene mal saber que decir “música clásica” está mal, ya que esto hace referencia a un periodo bastante corto en comparación a todo lo que llamamos música clásica. Si pones una obra compuesta en la antigüedad te podrían decir música clásica, imagina eso. 

-Idiomas. Lo mejor sería hablar al menos dos idiomas, entre ellos si está inglés mejor. Al inicio nombre repetidas veces los idiomas, y son algo muy complejo y que te da mucha libertad. “Leer poesía traducida es como salir a la lluvia con un chubasquero.”

-Etiqueta. Saber comportarse es importante. Imagina que te invitan a una cena elegante, ¿sabes para qué son todos esos cubiertos distintos? ¿Sabes que dependiendo de la bebida la copa se debe coger de una manera u otra? O cómo ponerte bien un traje. Son aspectos que se incluyen en el porte que se incluía en la tan nombrada sprezzatura.

-Oratoria y retórica. Poder expresarte bien te puede sacar de muchos apuros. Hay pocas maneras en las que los demás podrán captar tus ideas como con el habla, así que es mejor que aprendas un poco de cómo dirigirte hacia una persona o público. Esto no implica que tengas que hacerlo, pero saber cómo hacerlo te ayudará a que cuando se presente el caso no tengas tanta dificultad. Te ayudará también si tienes problemas con la timidez.

-Primeros auxilios y medicina. No solo para los demás, si no por ti mismo también. Saber cuándo usar un paracetamol, cuando un ibuprofeno, o cómo hacer un torniquete siempre es útil.

-Pintura. Al igual que con la música, no te pido que sepas pintar con oleo. Practica un poco para poder copiar figuras. Para algunos esto es más fácil. También incluye el conocer ciertas obras, como la ya nombrada "Mona Lisa", "La Última Cena", y por añadir unos pocos "El Jardín de las Delicias", "La Noche Estrellada", "Las Meninas", "La Libertad Guiando al Pueblo", "El Nacimiento de Venus" y un etcétera larguísimo.
El nacimiento de VenusEl jardín de las delicias - Wikipedia, la enciclopedia libre
-Películas. Es innegable que forma una gran parte de nuestro día a día. Dentro de este arte también hay clásicos, y aunque muchas de estas obras son adaptaciones de libros hay mucho más tras la historia: el trabajo de los actores, la fotografía, los efectos, los métodos en los que se filma, etc. Dentro de los clásicos podríamos nombrar "Nosferatu", "El Gabinete del Doctor Caligari", "Un Perro Andaluz", "Tiempos Modernos", "El Gran Dictador", "Psicosis", "Desayuno en Tiffany’s", "West Side Story", "2001: odisea en el espacio", "La Naranja Mecánica", "El Padrino", "El Resplandor", y muchas más. —Aunque una de mis favoritas es "El Silencio de los Corderos", el doctor Hannibal Lecter siempre tendrá un lugar en mi corazón, le tengo un especial cariño a ese personaje, ya que gracias a él descubrí mi pasión por el conocimiento.—

Con esto me gustaría dar por finalizada mi introducción a la polimatía. Más adelante me gustaría poder profundizar en materias aquí nombradas, como la religión y la mitología —sobre todo la griega—. Me despido con esta frase, que me parece queda muy oportuna:


Timendi causa est nescire.

(La ignorancia causa el miedo.)

-Séneca

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